jueves, 21 de enero de 2016


Desde MI punto de vista.
Por María Isabel Pardo Bernal.

 

 
CRÓNICA PRIMERA JORNADA LIGA AUTONÓMICA
1 AUTONÓMICA GRUPO SUR


GOLOSO PEÓN DE NOVELDA - RUY LÓPEZ DE ELDA.


 El pasado sábado 16 de enero se celebró el primer encuentro de liga en un año muy emblemático para los eldenses. Se celebra el 75 aniversario del Club Ruy López, y se está trabajando mucho para que durante todo el 2016 se sucedan actividades enormemente interesantes, y no solo del gusto de los aficionados a este noble deporte ciencia. El ajedrez saldrá en busca de nuevos seguidores y regalará la pasión que no se puede entender si no se conoce el noble arte de mover los trebejos.
A cuestas con el frio enero, el equipo Eldense se desplazaba hasta Novelda con 4 importantes bajas, Joaquín Sempere, y los jóvenes David Pérez, Sergio y Adrián Pérez Pardo. Tantas ausencias, preocupaban al capitán, Antonio Ruiz, ya que el equipo anfitrión alineaba a su equipo de gala.
Los eldenses no flaquearon, al contrario, el  encuentro  estuvo muy igualado durante las  4 horas largas que los jugadores estuvieron frente al tablero. En la mesa uno, Pedro Pérez Vecina, cedió su punto, meritorias tablas para el número dos, Alberto Calatayud Ortega, Antonio Juan Vallés se impuso en la mesa tres, Ángel Gómez Yepes hizo tablas  en la mesa 4, y Álvaro González Miralles vencía en el tablero 5. Israel Gil Pérez consiguió tablas, Gabriel De Lamo Dutra ganó su partida, y por último, en la mesa 8, Francisco Pérez Soriano se vio sorprendido por el joven rival de Novelda.  Al final, victoria eldense, un disputado  3'5 - 4'5 para el Club Ruy López de Elda.
La próxima semana, los de Elda tienen un difícil encuentro con uno de los favoritos del grupo, el Club Ajedrez Oliva.

jueves, 7 de enero de 2016


Por María Isabel Pardo Bernal.

 VACÍO © 2015 Reservados todos los derechos.

 


VACÍO
 Mi mundo, tu mundo, y entre tu mundo y mi mundo, un gran vacío, un lugar donde tenemos que arriesgar para lanzarnos si queremos encontrarnos.  No importa el vértigo, ni las dudas, ni las alucinaciones, ni el miedo, ni la muerte. Después, unas pocas horas en la montaña rusa, para luego volver al infierno o al sosiego de una realidad suma, de un escenario más verosímil. Mucho tiempo entre vahído y vahído para cavilar, para pensarnos, para desear volver a lanzarnos de cabeza al acantilado de los suspiros, a las aguas dulces de los apetitos sin amo,  al fondo de la abrupta e irracional pasión. Pero, amigo,  es muy efímero el viaje de la diversión, y una vez hecho el camino, todo se desvanece.  La nada se ha perdido en las nubes de la indiferencia, en los tragaluces de tu hastío. Las grietas mortíferas de una tierra árida se han bebido todos nuestros manantiales.  Ya somos quimera,  sueños necios y un andar cansino, muros enmudecidos y guijarros deslucidos, manos blandas y frías, la nada en tus ojos, la nada en tus labios, la nada en tu cuerpo marmóreo. Una inmensidad de nadas que arruinan los cantos mágicos de un mañana, de una llegada al destino.  Te vas evaporando en la línea azul que rompe el mar, te vas. Te esfumas en la bruma. Te me pierdes detrás de los riscos, te disipas en un lento desatino. Crece la maleza en los caminos del encuentro,  nos abandonan los niños, las amapolas, las cruces, y los sinos. Se olvidan de nosotros las luces, las lunas llenas, los algodones de colores y los mimos. Ya no levitan en algarada nuestros cuerpos fundidos,  ni me levantas las faldas, ni atormentamos a los vecinos. Ya no queda nada, ya no queda ni tu vacío, mi niño…