domingo, 10 de marzo de 2013


CUMPLEAÑOS DE ADRIÁN JASÓN Y SERGIO IVÁN

 

 
 
Hace 17 años, a las 00,05h y a las 00,10h del día 10 de marzo, domingo, igual que hoy,  nacían mis hijos gemelos Adrián  y Sergio.

 Vinisteis contra todo pronóstico, en contra de la opinión de los médicos, y con la duda, más que razonable, de todos los que conocían de las dificultades existentes.  Es posible, que la única que creía firmemente  en el buen término de la odisea de ser madre de nuevo,  era yo. Estaba pletórica, segura, llena de energía, impaciente por conoceros, y por qué no lo voy a decir,  con una valentía irracional de la que nunca más, he gozado, al menos, en el mismo grado. ¡Deseaba tanto conoceros! No importan ya todos los detalles y sucesos, tantos agradables, como sombríos y dolorosos, que precedieron al momento en el que vi por primera vez vuestras caritas: prematuros, dos muñequitos preciosos con muchas ganas de vivir, desinquietos, con llanto muy  potente y los ojos bien abiertos para no perderos nada ¡Qué tesoro más bello! ¡Cuánta ternura!  Os esperaba un tiempo en las incubadoras de neonatos, la visita diaria de los médicos,  el ambiente frío hospitalario, entrar en el quirófano, lágrimas, incertidumbres,  estar pendiente a diario de vuestros progresos, miedos, avances, siempre la esperanza intacta…  Erais valientes y peleones, os agarrabais con fuerza y firmeza  a la vida y teníais mucho, mucho carácter. Nos regalasteis bien pronto, vuestras inmensas y bellas sonrisas, y no sabéis de qué forma me transmitíais la fuerza necesaria para seguir batallando.  Cuando los médicos decidieron que era hora de dejaros venir a casa, me sentí inmensamente feliz. ¡Tenía tantas ganas de que conocierais vuestro hogar, de compartir el día a día con vosotros en nuestra casa, junto a papá, vuestro hermano, abuelitos y todas las personas que os amaban!  Bueno, éstos, ahora, son detalles de menor interés. Lo importante, lo realmente importante, es que Dios, y la vida nos hizo el mejor de los regalos. Con vuestra llegada tuve que creer en que LOS MILAGROS EXISTEN. No tengo palabras para expresar lo agradecida, lo feliz que me siento, mis adorados niños. Nada es más extraordinario, nada se compara, nada sería igual sin vosotros. Sois lo mejor y más hermoso que podía anhelar.

Hoy, os recuerdo, que habéis crecido en un hogar lleno de amor y de mucha gente que os ama y deseo que celebréis, que celebremos  la fecha de vuestro nacimiento con mucha alegría, con plenitud, con entusiasmo, con agradecimiento inmenso.  Os lo merecéis, nos lo merecemos.  Hijos,  ¡HAY QUE CELEBRAR LA VIDA! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

1 comentario:

  1. No se puede expresar mejor el amor de una madre por sus hijos, como siempre, emociona profundamente el leer tus escritos, llenos de sentimiento, gracias por ser así.

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