domingo, 1 de diciembre de 2013


Por María Isabel Pardo Bernal

Rescatada del 28 de mayo de 2012.

SIEMPRE JUNTOS


 



 

 

No quiero que lo hagas por mí,

Esperaré que lo hagas por ti,

desesperaré hasta que sientas

la misma locura que yo.

Y si no ocurre, seguiré esperando,

deseando, llorando, amando tu vanidad…

¡Así sea una eternidad!!

domingo, 24 de noviembre de 2013


Hace unas semanas, ALDO GARCÍA, me pidió que hiciéramos un poema a medias. De inmediato, acepté, pero me ocurrió algo muy extraño, el poema “Esencia”, se apoderó de mí desde el primer verso, no pude contenerme, lo hice mío, no admití los versos que Aldo me enviaba.  Le pedí que uniera los versos que me había enviado, y gracias a ellos, nació su poema FINALES. El caso es que, incumplí mi palabra e hice el poema a mi manera, con mis sentimientos, con mi ESENCIA...y es que sentí una necesidad más allá de lo razonable de escribirlo por y desde mí, para mí… Gracias por ser tan comprensivo Aldo, y por animarme a publicarlo. Sin tu insistencia, lo hubiera dejado eternizarse en el fondo de un archivo olvidado…Y gracias también al “Ulises” que me lo ha inspirado.

 

ESENCIA

Por María Isabel Pardo Bernal.

05 de noviembre de 2013.

 

 



 

 

ESENCIA


 

 

Dejo mis alas escondidas en el pequeño universo,

cuido impaciente el silencio eterno,

me despojo de mi ESENCIA a golpe de verso,

y escribo en ancas del viento, cerca del averno.

 

Me dejo atrapar por los abrazos del guerrero,

ahogo los suspiros dentro de su boca,

desmayada en las luces de un “te quiero,”

muero, vuelo, AMO, vivo… ¡Y no estoy loca!

 

 

Invoco al inmutable y cubro de nieve mi piel

que, ansiosa refleja la luz de sus lunas,

lunas de plata, lágrimas serenas, lunas de hiel.

 Aterradas huyen hacia frías lagunas

 

 

donde, ávido, acaricias el centro de mi placer.

 Detienes tus manos cálidas de amante,

me inquietas, me vences, me haces renacer.

Me prendes, me llevas a la estrella más distante,

 

depositas tu más íntima fragancia,

te internas, te mezclas con MI esencia,

mientras, tus ojos se clavan con la arrogancia

del idolatrado, del hombre que perdió la decencia.

 

Y mi frágil estructura alada

se quiebra, duda, pierde la dignidad, asciende,

se arrodilla, abandona a la temblorosa y débil hada,

eclosionan paraísos, gimes, tu llama se enciende.

 

 Sigues dentro de mi vientre, de mi vida, de mi sueño,

y perduras en mi interior quemando mis entrañas,

te apropias de mi cuerpo, de mi voluntad eres dueño.

De ti, para ti, todo te entrego, más… me engañas.

 

Siento tus manos acariciando suaves al viento,

 eres el hombre que a golpe de dulce voz me derrota,

eres el dolor que envenenado, rompe mi lamento,  

es mi alma desesperada la que grita de dolor, ROTA.

domingo, 20 de octubre de 2013


19 de octubre de 2013.

Por María Isabel Pardo Bernal.



EL CÁNCER DE MAMA SE PUEDE VENCER


 

Hoy, ha sido el día mundial del cáncer de mama. Hemos podido ver a lo largo de esta semana numerosos lazos rosas en medios de comunicación, redes sociales, etc. También hemos podido leer  sobre lo poco que se consigue enarbolando  lazos rosas. Lo cierto es que toda esta lluvia de color rosa, ha hecho pensar y hablar un poco más,  de una enfermedad que lleva el sufrimiento a muchas mujeres y hombres (aunque en menor medida, ellos tampoco están libres de desarrollar este temido mal). Espero que este día no se quede en mera anécdota, y que realmente las campañas de PREVENCIÓN se hagan cada vez más y mejor.  La detención precoz puede ser la línea que separa la vida de la muerte. ¿Es suficiente la prevención?  Si bien, es muy importante, no es lo único que se puede hacer, también hay que seguir INVIRTIENDO, no nos equivoquemos,  todos los recursos económicos y humanos son pocos en esta guerra. El cáncer debería ser historia muy pronto, para ello, se necesitan y debemos exigir políticas que no recorten en sanidad, ni en ciencia, ni en educación, ni en derechos sociales. Políticas que no recorten pensiones, que no haga pagar a enfermos crónicos los medicamentos... No nos quedemos, por tanto, en exhibir los bonitos y llamativos lacitos rosas… Tenemos que ser ACTIVOS en la LUCHA, una lucha que no es de pocos, es de todos. Seamos más dinámicos y reivindicativos;  con nuestra vida y nuestra salud no se debe jugar, bajo ningún pretexto.   En cuanto a las revisiones periódicas,  es verdad que no son plato de buen gusto, pero las mujeres sabemos lo que nos jugamos, por eso, no nos podemos permitir el lujo de no hacernos las pruebas pertinentes. Utilicemos los medios que el sistema público nos oferta, y reivindiquemos que cada vez sean más eficaces. Debemos tener la seguridad de que con el cáncer de mama  SE PUEDE: ¡Vamos a por él!  

  

 

domingo, 6 de octubre de 2013

04 de octubre de 2013.
Por Aldo García y María Isabel Pardo Bernal.




 

DE DOS EN DOS


 


Vamos a escribir en la arena,

 tracemos  por ejemplo:

Si tus dedos se enredan en los míos,

se enredan nuestras vidas.

Ahora escribe tú…

 

¡Piensas y no debes pensar, solo sentir!!

Es que se me ocurren muchas simplezas,

trato de controlar mis emociones.

¡Escríbelas tal y como nacen!!

Entiende que si sigues tus huellas,

 avanzas hacia tu fin, o hacia otro principio

 

Acabo de vestirme de blanco el cuerpo,

y de mar, el alma,

y desnuda la esencia,

en el aire tibio se sumerge.

Las caracolas susurran canciones,

me cuentan olvidos que invoco,

y arcanos que a gritos brotan,

 aturden mis secretos entre espumas.
 

Demonios celados,

lágrimas que sellan luceros

 

¡Espera, espera! ¿Lo que quieres es que escribamos a cuatro manos?

Sólo pretendo perseguir mi necesidad de escribir.

Entonces, sigamos escribiendo en la arena.

 

lunes, 9 de septiembre de 2013


Por María Isabel Pardo Bernal.


Elda 09 de septiembre de 2013.

 

ANIVERSARIO

 



 

 
Aquel día fue blanco, mi vestido de moaré blanco sobre mi piel blanca, mis medias blancas, zapatitos blancos, el corto velo en el rostro… toda, toda, toda blanca. Una rosa blanca, una dama blanca, una niña blanca.  Lágrimas de color blanco, sensaciones blancas. Flores, montones de flores blancas, paloma blanca,  mi carita pálida, mi candidez, mi pureza, mi alma blanca… ¡Todo, todo aquel día fue blanco!  Sólo mis labios encendidos contrastaban con la inmaculada fotografía de la muchacha temerosa que se encaminaba a la iglesia, a una iglesia que no era la suya, a decir un  “si quiero” para toda la vida. Las piernas temblaban y el corazón se agitaba  encerrado en el corsé blanco. Fiesta en la ciudad, sol espléndido, y la chiquilla en la iglesia susurrando el  “si quiero”.  Incertidumbre blanca, emoción blanca ¡La mariposa blanca había parado su vuelo!  Han pasado los años, muchos, pocos, demasiados, no lo sé. Se perdió el candor de la joven, pero no su blanco espejo. Blanca luna, blancas sábanas, blanco cuerpo. Aniversario de bodas, Cristo del Buen Suceso. Luz de las olas, blanca espuma, cruz de plata, mirada blanca. Septiembre nos abraza y una mariposa levanta el vuelo descubriendo que sigo siendo la misma NOVIA BLANCA…

jueves, 5 de septiembre de 2013


Por María Isabel Pardo Bernal.


Elda, 05 de septiembre de 2013.

 

 


¡FELIZ CUMPLEAÑOS, HÉCTOR!


 

 


 



 
 
El 5 de septiembre a las 23,05h, hace ya unos cuantos años, nació mi hijo Héctor Guillermo. Después de un embarazo bastante extravagante, permítaseme el adjetivo, y tras un montón de horas de parto, pude ver su carita mofletuda y sonrosada. Sus ojitos, bien abiertos,  miraban todo con gran descaro y extrañeza. Por mi parte, estaba agotada, y la niña que todavía era, observaba milimétricamente todo su cuerpecito para asegurarme que no le faltaba nada, que todo estaba bien. Me parecía mentira que hubiera podido concebir algo tan perfecto, tan bello, tan maravilloso… Me iniciaba en la extraordinaria aventura de ser madre. Nadie te da libro de instrucciones con el bebé, y aunque procuras leer todo lo que puedes acerca del tema,  lo que acontece, se te antoja nuevo y único, como si no hubiera más madre en el mundo que tú.  El padre, mientras tanto, había dado cumplida cuenta, en la sala de espera contigua al paritorio, de un buen bocadillo de tortilla de patatas. Iniciarse en la aventura de ser papá, parece que, por aquellos tiempos, era una tarea algo más sencilla; el padre esperaba, en este caso, una larga espera,  eso sí, con los nervios adecuados, y mataba la ansiedad con bocadillos, cafés y cigarrillos. Ocurrió que cuando saliste a ver tu papá, él, algo perdido en ese terreno,  no imaginó quien eras, como bien dijo a la enfermera, “nadie me lo ha presentado hasta ahora”. Una vez hechas las presentaciones, las emociones se dispararon, risas y lágrimas, abrazos y ternura. Tú te dedicaste a lo tuyo en aquellas horas, dormir.  El caso, querido hijo, es que lo pasamos bien mientras te llevé en mi interior.  Te concebí un 31 de diciembre, festero era lógico que salieras.  Fuimos juntos, es decir, tú en mi panza y yo sin saber que estabas ahí, a trabajar, a practicar karate, a bailar, a la universidad… Más tarde,  pasamos un verano bien caluroso, tomamos helados hasta hartarnos, íbamos a clases de preparación al parto dando saltos y bebiendo horchatas, nos fuimos de viaje a Madrid; allí visitaste tu primer parque de atracciones. Mientras, el mundo se preguntaba donde narices llevaba al bebé,  porque la verdad, no conseguí tener  barriguita de embarazada en ningún momento.  Por tu parte, te dedicabas a dar patadas y a boxear, decidiste que el aceite y el marisco no eran lo tuyo, pero me pedias pepinillos en vinagre y polos de limón continuamente. Dejaste claro que  la música y las pelis de miedo te encantaban. Leímos juntos “Cementerio de animales” de Stephen King y vimos en el cine “El anticristo”; como ves,  “muy adecuado” para un bebé que no ha nacido todavía, pero bueno ¿qué se puede esperar de una universitaria novata en estas lides?  De pronto, una madrugada, te entró prisa por ver el  mundo, y sin avisar, a los 8 meses de gestación, decidiste que era buen momento para saludarnos. Me pillaste sin nada arreglado, como siempre, por sorpresa. Y aquí nos encontramos, en el hospital, mirándonos mutuamente, cansados  y satisfechos por el gran esfuerzo de ambos.  Supe, al instante, que todo en mi vida había cambiado, pero sobre todo supe, que tú eras lo mejor y más grande que me había ocurrido y que me iba a ocurrir. Lo que aconteció a partir de entonces, dará para miles de historias, pero, ahora lo que quiero expresar es mi agradecimiento a Dios, a la vida, a tus benditos extraterrestres, al amor, a mi madre, a todo lo que se confabuló y se congració para hacer posible el regalo más inmenso que una mujer puede tener: un bendito ser lleno de luz, mi hijo, mi niño Héctor, el hombre que hoy es, y que para mi orgullo y mi felicidad, lo parí un 5 de septiembre ¡Con un par!!!! ¡TE AMO! <3 font="">